Durante la época de Tiberio, Egipto vivió una era de paz, y Roma retiró una de las legiones, dejando sólo 16.700 soldados en el país. Tiberio estaba interesado en evitar cualquier acción que pueda provocar a los griegos y egipcios y dió la orden de investigar cualquier denuncia contra los gobernadores e incluso culpó al Gobernador Aemelius Recto de recaudación más impuestos de lo debido. Durante su reinado, su heredero Germánico visitó Egipto, rompiendo así el con la orden de Octavio que prohibía a los miembros del Senado visitar Egipto sin el permiso del emperador.

Durante su visita, Germánico adoptó una serie de medidas que aumentaron su popularidad: bajó los precios y abrió los silos de trigo para poner fin al hambre ocasionado por la baja inundación. Todas estas acciones malestaron a Tiberio, quien lo criticó públicamente en el Senado y Germánico tuvo que abandonar Egipto inmediatamente. Se fue a Siria, donde cayó enfermo y murió. La viuda de Germánico acusó a Tiberio de asesinar a su marido. Luego Tiberio mató a toda la familia de Germánico, excepto (Gayo-Calígula), quien se convirtió en su heredero.