Fuera de la ciudad, justo al sur de la presa alta de Asuán y muy cerca del templo Kalabsha, se encuentra Beit (Beyt) el-Waly. Este no es el sitio original del templo, como muchos otros monumentos nubios. El templo fue trasladado durante la construcción de la presa alta para salvarlo de las aguas del lago de Nasser. Una expedición arqueológica polaca, financiada por el Instituto Oriental de Chicago y el Instituto Suizo de El Cairo, emprendió el proyecto de desmantelar, mover y volver a montar el templo. El templo data del reinado de Ramases II y fue construido sobre un plan cruciforme. Consiste en una sala profunda, una antecámara transversal y un santuario dedicado al dios carnero, Amón, junto con otros dioses. Se cree que Ramsés II construyó el templo para la propaganda más que para el verdadero culto público. Aunque el templo se convirtió en una iglesia a principios de la era cristiana, sus pinturas aún se pueden admirar, ya que están bien conservadas.